"La mejora en la redacción y la funcionalidad de segunda opinión serán las primeras mejoras que se agregarán al incorporar ChatGPT a la HCE de Integrando Salud. Y esto es sólo el comienzo, porque a futuro llegarán otras innovaciones. "

La historia clínica conversacional es la evolución de la HCE que incorpora herramientas de inteligencia artificial generativa. En el caso de Integrando Salud sumamos ChatGPT y modelos de IA a nuestra historia clínica electrónica para reducir tareas administrativas y facilitar el registro y la recopilación de la información de los pacientes. Y también para resumir las interacciones entre estos últimos y los proveedores de los servicios de salud.

Inicialmente esta iniciativa ofrecerá algunas funcionalidades importantes. La primera permitirá ganar agilidad y optimizar la calidad de la información en el proceso de registro de las evoluciones. Ocurre que actualmente muchos médicos utilizan el sistema de reconocimiento de voz para dictar aquello que desean registrar en la historia clínica del paciente. Pero esta actividad suele presentar un problema: a veces los sistemas de reconocimiento de voz no reconocen bien la puntuación, o los nombres de los fármacos, con lo cual luego hay que editar lo que se transcribió. Si no se hace esto último, se corre el riesgo de guardar un texto que no tenga demasiado sentido. Para solucionar este déficit aplicaremos una funcionalidad de ChatGPT que mejorará la redacción de esas evoluciones médicas de forma tal que:

  • Se mejore la redacción y la puntuación (es decir, que se le dé sentido a las frases, aunque aún no sabemos si el chatbot de IA generativa resolverá esto al 100%).
  • Que el algoritmo identifique diagnósticos en el texto libre del médico, que tal vez no se categorizaron explícitamente como problemas. Esto último es importante ya que en definitiva lo que le permite al profesional comprender la situación del paciente es la síntesis de los problemas médicos que padece.

Esta primera funcionalidad de mejora en la redacción busca agilizar el proceso de registro y la calidad de las evoluciones. En este contexto el sistema de reconocimiento de voz pasará de voz a texto, y luego ChatGPT mejorará la redacción para que la evolución se guarde de manera más prolija y mejor estructurada.

Segunda Opinión

Otra de las funcionalidades que sumaremos cumplirá un rol de segunda opinión. Por ejemplo, sobre un resultado de laboratorio aplicaremos una funcionalidad para saber qué opina ChatGPT de este resultado, obviamente indicándole al usuario que esta es una función experimental y “que lo tome con pinzas”, ya que esa segunda opinión puede tener errores o fallas. En este caso la idea es que ChatGPT ayude a pensar en opciones que tal vez el médico no tuvo en cuenta. Pero en última instancia siempre estará el juicio clínico, los conocimientos del profesional y su pensamiento crítico para saber si lo que dice el chatbot de IA generativa es acertado, o no.

Esta herramienta de segunda opinión permitirá que con un simple clic el usuario tenga una sugerencia de interpretación sobre cierto resultado.

Visión del futuro

Las dos funcionalidades que detallamos son las primeras que se incorporarán a la historia clínica conversacional que desarrollamos en Integrando Salud. A futuro seguramente se sumarán otras. De modo general, cabe destacar que, al integrar ChatGPT en los registros médicos electrónicos (EMR) se obtienen varios beneficios:

  • Eficiencia mejorada: mediante el uso de búsquedas de NLP, los médicos pueden recuperar la información que necesitan de forma rápida y sencilla, ahorrando tiempo y aumentando la productividad.
  • Mayor precisión: la capacidad del sistema de inteligencia artificial para comprender consultas médicas y recuperar información relevante puede reducir el riesgo de errores en la toma de decisiones.
  • Mejor atención al paciente: la disponibilidad de las últimas opciones de tratamiento de ensayos clínicos a través de la integración de ChatGPT con bases de datos médicas puede mejorar la calidad de la atención brindada a los pacientes.

Al sumar estas soluciones hay que partir de la base de que se deben emplear de forma ética y segura y con precaución, y que en definitiva funcionarán como una ayuda sin reemplazar la opinión y la tarea fundamental del profesional médico.