Antes de que llegase el coronavirus, la Organización Mundial de la Salud (OMS) estimaba que al menos 2,8 millones de personas fallecían en el mundo anualmente a causa de obesidad o sobrepeso. Las enfermedades cardiovasculares, la diabetes e incluso el cáncer son algunos de los problemas que pueden surgir por el exceso de peso.
Antes de la llegada del COVID-19 a nuestras vidas, la obesidad y el sobrepeso ya eran una pandemia, y como tal debe ser combatida. En este contexto, los tratamientos mediados por plataformas han provocado una disrupción para que los pacientes bajen de peso estén donde estén.
“Gracias a los reuniones grupales online logramos trabajar la educación nutricional en vivo y de forma muy divertida”
La lic. en Psicología Sandra Tamburini es fundadora y directora del Centro Tino. Ubicado en Mar del Plata, Argentina, esta organización se especializa en tratamientos para la obesidad, entendiéndolo como un proceso de cambio centrado en la persona, para que ésta pueda bajar de peso, cambiar sus hábitos y aprender a controlar su obesidad.
Conversamos con la especialista para entender cómo lograron innovar y hacer que los tratamientos sean más lúdicos a partir del uso de herramientas digitales.
Destacamos algunos aspectos muy relevantes señalados por la experta, que pueden ser de utilidad para los profesionales de la salud.
Un plus muy interesante que descubrimos es que a partir de a partir de realizar las reuniones a través de videoconsultas, pudimos ingresar a los hogares de los pacientes para poder trabajar la educación nutricional en vivo y en directo al compartir una merienda, y contar con un ambiente seguro. En este último aspecto, con la videollamada fuimos mostrando las heladeras y alacenas de los pacientes educarlos mientras se divierten. Esta actividad es muy lúdica.
Por otro lado, dejamos de trabajar con material impresos para apelar al uso de contenido digital e interactivo a través de Google Classroom.
Sí, notamos que muchos pacientes que se mudaron de ciudad continúan con nuestros tratamientos así como también familiares y conocidos de esas personas que viven en otras zonas y que pueden sumarse a nuestro tratamiento gracias a que se realizan íntegramente a distancia.
Sí, tenemos una profesora que da clases en vivo y también ofrece clases grabadas para acceder en cualquier momento del día. De esta manera cada paciente elige la opción que más le guste.
Dejamos lo sincrónico para los aspectos más humanísticos, como son las reuniones grupales de los pacientes. Todo lo demás, como materiales y soporte de conocimiento, lo dejamos bajo la modalidad asincrónica.